El legendario ambientalista de Costa Rica: Alcides Parajeles

Llamado el “campesino ambientalista”, Alcides Parajeles ha soportado amenazas, hostigamiento y, en algunos casos, violencia mientras expresa su preocupación por la destrucción del entorno natural que lo rodea. La historia se lee como una telenovela increíble que involucra a organizaciones destinadas a ayudar, pero que de alguna manera son ineficaces para proteger a los ambientalistas como Parajeles.

Parajeles ha dedicado su vida a condenar la caza furtiva, el tráfico y la tala ilegal en la región de la Península de Osa en Costa Rica. Ir en contra de los cazadores furtivos y los madereros durante muchos años lo ha puesto en situaciones peligrosas y ha traído respuestas políticas inesperadas.

Más recientemente (diciembre de 2021), la Federación Costarricense para la Conservación del Medio Ambiente (FECON) envió un mensaje a Andrea Meza, Ministra de Medio Ambiente y Energía de Costa Rica, en nombre de Parajeles, con la esperanza de aliviarlo del acoso y Su familia.

El mensaje incluía un recordatorio de que Parajeles recibió el premio Guayacán del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) en 2017. Él continúa peleando la batalla “a pesar de su avanzada edad y continúa luchando activamente para denunciar cazadores, madereros y traficantes de animales silvestres en Osa”. (1). El mensaje continuó diciendo que el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) local lo había atacado verbalmente y desestimó sus denuncias.

A Meza también le dijeron que Parajeles y su familia aún reciben amenazas de muerte y están siendo acechados por cazadores. FECON cuestionó al Ministerio para entender mejor por qué un anciano defensor de la naturaleza que estaba en peligro y necesitaba el apoyo de los funcionarios locales del SINAC no estaba recibiendo ayuda.

Pero la ministra Meza no reconoció haber recibido el mensaje. Los atacados sienten un poco de abandono estatal después de años de enviar estos pedidos de ayuda sin solución.

Una gran preocupación es que Parajeles vive y cultiva entre los que condena, y son sus vecinos en Pavoncito de Sierpe. El tráfico de vida silvestre es un negocio lucrativo e involucra mafias del crimen organizado, lo que hace que su búsqueda sea aún más peligrosa.

Por qué pelea

Parajeles se mudó a las montañas cuando tenía cuatro años. Recuerda haber visto jaguares, pumas y otros animales salvajes en abundancia. En un reportaje publicado en La Nación, Parajeles, ahora en sus 70 años, cuenta cómo se le partió el alma al ver ametrallar animales salvajes porque los gatos se comían un puerco o un ternero de un ranchero. Ahora el número de jaguares y pumas se reduce significativamente, no solo por la matanza sino también por el tráfico. (3)

Si sacas una foto de Parajeles, puedes ver la tristeza en su rostro. Sus acciones prueban el amor de su corazón por su amado ecosistema montañoso y la necesidad de conservarlo.

Su nombre es bien conocido en los tribunales costarricenses, la Sala Constitucional y la Asamblea Legislativa, donde denuncia la caza ilegal y la destrucción del medio ambiente. También ha descubierto y denunciado a funcionarios del gobierno por no hacer su trabajo.

Como todos los ambientalistas, Parajeles está motivado a brindar un mejor lugar para sus hijos y nietos. Espera que continúen con la tradición y utilicen lo que les ha enseñado sobre el medio ambiente. Si estas prácticas actuales de destrucción no se detienen, no quedará naturaleza para ellos, no como él una vez supo.

Parajeles tiene mucho conocimiento para compartir y lo hace libremente con investigadores, políticos, guardaparques y trabajadores de la conservación. Para ir más allá, presta su finca de 600 hectáreas a investigadores que estudian felinos en la Península de Osa. 

Otros en la batalla

Muchos de los que han luchado por la protección del medio ambiente costarricense se convirtieron en víctimas de las amenazas en su contra. Recordemos a esos valientes ambientalistas:

  • Antonio Zúñiga fue asesinado en circunstancias sospechosas en 1989. Se oponía a la caza ilegal en la Reserva Indígena de Ujarrás.
  • Oscar Quirós fue baleado en 1992 luego de luchar contra la deforestación en Sarapiquí.
  • David Maradiaga, líder de AECO, ahora conocida como COECOCEIBA-AT Costa Rica, desapareció durante tres semanas y fue encontrado muerto.
  • En 1995, incendios en casas separadas acabaron con la vida de Wilfredo Rojas (geólogo) y Elizabeth González. Ambos eran miembros profesionales de la Campaña contra el Relleno Sanitario en Cordel de Mora.

En la década de 1990, las amenazas eran constantes contra muchas personas que denunciaban daños ambientales. Algunos eran escritores, periodistas, ecologistas e ingenieros. Ecologistas fueron arrestados mientras protestaban pacíficamente por la deforestación en la Península de Osa. En 2008, los habitantes de Perla de Guácimo fueron amenazados por denunciar la contaminación del agua generada por el cultivo de la piña. (2)

Las amenazas y la intimidación continúan.

Los grandes problemas

Al igual que con muchas áreas de conservación y protección de la vida silvestre, la región donde vive Parajeles no tiene suficientes guardaparques para patrullar y proteger el área. En 2018, FECON informó que se necesitan 800 Guardaparques y equipamiento para enfrentar la crisis. La mayoría de los recursos están destinados a la atracción y atención del turismo en los Parques Nacionales, no al control y prevención. (4)

FECON afirma que la falta de acción del Estado costarricense contribuye al tráfico mundial de vida silvestre, que se alimenta de su rentabilidad. Es la tercera actividad ilegal más rentable del mundo, detrás de las drogas y las armas.

Los ecologistas se sienten indefensos frente a la industria dirigida por la gran mafia criminal. Pero continúan luchando, a pesar de que sus vidas están amenazadas.

Muchos delitos quedan impunes, ya que las amenazas suelen darse en privado sin testigos. Los asesinatos de ambientalistas, de los que se han superado la docena (muchos sin resolver), también quedan impunes por la falta de guardaparques y protección legal.

Estas historias están clamando por la necesidad y urgencia de la protección legal de los defensores de los derechos humanos y de la naturaleza. No olvidemos a estos protectores del medio ambiente y la dura lucha que han venido dando todos estos años.

Cómo la guerra contra las drogas impacta la conservación

Costa Rica no es un país que viene a la mente cuando se piensa en la actividad de los carteles o la cocaína. Por su ubicación geográfica, Costa Rica es un puente similar a Panamá, conectando Colombia y la ruta del norte. A pesar de los intentos del gobierno de los Estados Unidos de hacer parecer que los días de las drogas y los cárteles de Colombia han pasado, Colombia sigue siendo el mayor productor de cocaína. Un alto porcentaje del tráfico de cocaína que sale del país sudamericano pasa por aire, agua o espacio terrestre costarricense.

Las autoridades de Costa Rica incautaron 57 toneladas de cocaína registradas en 2020, 56% más que en años anteriores. Se han interceptado pequeños submarinos que transportaban camiones de comercio local, pero los más habituales son los lanzamientos desde el aire. Se trata de un pequeño paquete que se deja caer en el bosque para que los mensajeros locales lo recojan y lo transporten en un pequeño avión monomotor hasta su próximo destino.

Para que estos aviones despeguen, se necesitan pistas de aterrizaje en la jungla. La mayoría de las veces, a los árboles valiosos se les quita la corteza alrededor de la base para secarlos y justificar su corte. Esto dicta dónde se ubican estas pistas de aterrizaje. Cuando se crean estas pistas de aterrizaje ilegales, existen múltiples fuentes de ingresos, una de las cuales es el servicio de mensajería, pero la otra es a través de la extracción y venta de los árboles.

Parajeles me contó sobre una situación reciente que ocurrió a fines de 2021 en la que un talador ilegal que talaba árboles para una pista de aterrizaje no contabilizó todo el dinero ganado por el cartel. Pagó con su vida. Fue golpeado y colgado en su propio baño. Parajeles fue una de las primeras personas en enterarse de lo sucedido. Llegó con su cámara y tomó fotos de la escena, incluido el cuerpo. Mostró las imágenes en bruto y me contó la historia de cómo ha sido amenazado por los cárteles y su impacto en los esfuerzos ambientales locales.

Perspectivas de Parajelis Sobre el futuro de la Caza Furtiva

Cuando le pregunté al Sr. Parajelis qué pensaba que traería el futuro o qué podría necesitar cambiar, su respuesta fue tan directa: “Mi generación; la generación mayor debe ir a la parroquia, mi generación le está enseñando a la generación joven este estilo de vida”.

Parajeles me contó cómo el programa gubernamental patrocinado localmente Fundación Neotropica tenía un programa que llegaba a familias y niños rurales para enseñarles la importancia de la ecología y la protección de la vida silvestre. Los tíos y abuelos sacarían a los mismos niños a cazar tan pronto como terminara el programa, no por desafío, sino más como una forma de vida. Es lo que sabían, y es cómo se unieron. Parajeles lo sabía porque eran sus vecinos.

Como se mencionó en un artículo anterior La historia de los pueblos de la caza en Costa Rica, la historia del cazador furtivo o del cazador es complicada.

Parajeles, la pasión, la valentía y la valentía son admirables. Es un desafío saber que esto está sucediendo en un país mundialmente conocido como Costa Rica. No es para criticar los esfuerzos y la legislación ambiental de Costa Rica en algunos aspectos, y están liderando la carga en cómo los humanos interactúan con el bosque. Aún así, historias como esta son recordatorios de que tenemos un largo camino por recorrer.

Por último, lo que me llamó la atención fue algo que dijo Parajeles: “Yo no sabía lo que era un ambientalista o ecologista, simplemente sabía el bien del mal, y que nuestra existencia y futuro no es posible sin los animales y el bosque”.

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Miguel Guevara

miguel guevara

Fundador de Grow Jungles

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